295 Viviendas en Toledo

295 Vivienda en Sta. María de Benquerencia, Toledo 2009 Hasta ahora, las ciudades se habían limitado a ocupar espacios más o menos concentrados, y más allá de los últimos bloques o de los más lejanos suburbios, se extendía “el campo”. En el fragmento de territorio que delimita el Barrio Avanzado, nos encontramos ante un paisaje muy antropizado, en el que todavía se conjugan la agricultura en sus facetas tradicional e intensiva y la variedad paisajística. Se podría decir que “la ciudad se encuentra en el campo”. Debido a la situación de borde que tiene esta parcela en su extremo Sur, el edificio se ha tratado como un accidente del paisaje, insertándose como una ladera y dando continuidad a la sucesión geométrica de los cultivos agrícolas que se encuentran a pocos metros. La búsqueda de la forma no pretende sólo ser una forma mimética del entorno, sino que revela la intención de vivir simultáneamente la vida urbana con el paisaje agrícola. Según esta idea, la fachada Sur se levanta en pendiente formando una ladera vegetal perforada geométricamente a la manera de las plantaciones de vid o de los olivos en los olivares. Estas perforaciones corresponden a terrazas ajardinadas que se abren a enormes vistas y a patios que iluminan escenográficamente el interior del jardín comunitario. El espacio libre del interior de la parcela será tratado como una calle alfombrada, allí sucederán cosas, encontrándose abierta al simple paseo o a las actividades programadas por el conjunto. Al jardín se le dotará de equipamientos tales como umbráculos, bancos, zonas de cultivo, puntos de alquiler de bicicletas,... Cada espacio encontrará su vocación en función del soleamiento y del microclima generado, bajo el sol en invierno o a la sombra de los árboles de hoja caduca o de toldos en verano. Dado que el clima de Toledo invita a protegerse del sol en mayor medida que ir en busca de los rayos solares, se han localizado intencionadamente los espacios de animación del jardín bajo las sombras protectoras. Proponemos una secuencia de estanques de agua activos tratando en todo momento de potenciar la experiencia sensorial del habitante a través del juego de reflejos y de las percepciones sensoriales básicas: como el oído, el olfato, la vista, el tacto.