Complejo deportivo en Antequera
Concurso Complejo deportivo en Antequera, Málaga 2007 La construcción de un complejo deportivo para la ciudad, por parte de la Junta de Andalucía, tiene que ser una ocasión excepcional para plantearse unas cuantas cuestiones entorno al modelo de crecimiento que debemos proponer en las zonas periféricas de nuevo desarrollo de nuestras ciudades. El solar objeto del concurso de 68.935,88 m2 es el resultado de las cesiones para equipamientos de un plan extenso de desarrollo de la ciudad de Antequera, que prevé un incremento exponencial de su población respecto de lo que había sido el casco consolidado de la ciudad. Por el lado norte, linda con otra parcela destinada a equipamientos que mide 24.724,41 m2. El planteamiento de la propuesta tiene en cuenta estas dos zonas para tratar de aprovechar la sinergia que se puede generar de la construcción de dos sistemas de carácter público. Por un lado, un complejo deportivo cubierto y climatizado destinado a deportistas federados, y por el otro un parque abierto a la ciudad y conectado a dos ejes lineales de importancia como son el curso fluvial por el lado oeste y la vía pecuaria que lleva a Bobadilla por el lado norte. La propuesta pretende involucrar a las administraciones públicas para que de una forma determinada y decidida apuesten por la educación y el juego como medio para transmitir a la sociedad unos valores de comportamiento más respetuosos con el medio en el que vivimos. Proponemos romper el límite que separa las dos parcelas, para crear un parque en el cual se integre el complejo deportivo solicitado en las bases del concurso, y a su vez, que sea el deporte en el parque el que organice un paisaje de actividades que incite a los vecinos a intervenir no sólo en el espacio urbano sino también en sus propios cuerpos. Porque el deporte diario es salud, y el ahorro en la salud pública es uno de los mecanismos más económicos que tiene la sociedad para acercarse a estándares de sostenibilidad en su crecimiento. Pese al gasto en publicidad por parte de las administraciones públicas para una toma de conciencia ecológica, a las nuevas regulaciones que imponen estudios de rendimientos energéticos y compensación a través de energías alternativas. La sociedad mantiene una inercia que difícilmente permite que varíe sus pautas de comportamiento. No es posible confiar exclusivamente en los movimientos colectivos para la generación de nuevos modelos de vida, sólo la acción personal de cada individuo en su propio medio puede hacer que el término ecológico deje de ser una moda para convertirse en modo. El diseño del parque toma en consideración la topografía existente para evitar movimientos de tierra innecesarios que significan una perdida considerable en el balance energético del proyecto entero, o bien aprovechará la tierra extraída de las excavaciones de los solares El funcionamiento del parque no se basa en gastos ecológicos y financieros desmesurados como en parques en los cuales la utilización de plantas no se adecua a la necesidad de la zona. La falta de consideración de estos aspectos se expresa en altos gastos de mantenimiento, replantaciones frecuentes, necesidad exagerada de riego, abono, pesticida, energía y trabajo. Proponemos un “parque ecológico” que parte de una visión integral del mundo y sus procesos (biodiversidad, 'justicia medioambiental', cambio climático, protección de hábitats y el desarrollo económico sostenible vs. simple apariencia estética), frente a una zona verde que recree una experiencia estética de la naturaleza. Por lo tanto, el paisaje que se genera se relaciona desde dos escalas que se complementan en función de los agentes que intervienen. La primera intervención es la didáctica, se utiliza el parque como espacio expositivo de los diferentes procesos que reducen el uso de recursos (input) y la producción de deshechos (output). El agente que interviene es la administración pública, y el mensaje que se transmite es evidenciar la existencia de recursos de tipo biológico y natural. La segunda intervención pretende involucrar al ciudadano a través de la inserción de áreas lúdicas de uso espontáneo y efímero para la creación de escenarios urbanos dinámicos. Se utilizarán materiales derivados de procesos de reciclaje tales como pavimentos de goma provenientes de neumáticos, gomas recicladas usadas en el mobiliario, gravas y maderas en suelos.